Y LLEGÓ EL CASTIGO

El castigo en sí... no era un castigo duro... si no tenemos en cuenta... lo que tenía de público.

Tampoco podía ser muy duro... pues la falta cometida no era grave.

El castigo... tenía relación con la falta... es decir... yo no había dicho... lo que mi Amo me había indicado... por tanto... el castigo consistía... en que... ante determinadas palabras... yo tenía que decir una frase... o realizar una acción.

Sabiendo lo liada que había sido la semana para mi Amo... le llevé las instrucciones impresas... sabiendo que la usaría en cualquier momento.

El primer "trago" de la noche... vino cuando mi Amo se la mostró a todos los asistentes.

Yo no sabía donde esconderme.

La relación... palabra/frase/acción... elegida por mi Amo... fue la siguiente:

Palabra / Acción

Amo / Soy la perra de mi señor

Sumisa / Mi dolor es de mi amo

Cerveza / Besarme la mano derecha

Coca-Cola / Besarme la mano izquierda

calle / solo soy lo que quiere mi amo

beso / besarme los genitales por encima del pantalón

amigo / arrodillarte

mujer / soy la mujer, la perra , la puta y la esclava de mi amo

cigarro / arrodillarte y hacerme una reverencia

mañana / mañana y siempre sere lo que quiera mi amo

Ama / me usara un Ama si es deseo de mi Señor

ron / Te quitas las bragas

Habíamos quedado... en que me avisaría... en el momento que empezara el juego... así que... cuando pronunció la primera palabra... si previo aviso... la mente se me quedó en blanco... y con los nervios... no se me ocurrió otra cosa... que allí mismo... en medio de la calle... ante los amigos que ya habían llegado... arrodillarme a sus pies... y suplicarle que esperara un poco... y que me avisara antes de empezar.

¡Hay que joerse!!!... inconscientemente... atraso una humillación... cambiándola por otra, buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

En ese momento... no caí... que precisamente ese... "cambio" inconsciente... divertía enormemente a mi Amo.

Mis "por fa, Amo"... estaban envueltos... en una sonrisa... y una aparente tranquilidad... que estaba muy lejos de sentir.

Lo peor fue... cuando sentados en la mesa... mi Amo dijo... "ron"... y aunque quitarme las bragas... a pesar del vestido largo que llevaba... no fue excesivamente complicado... el tener que dejarlas encima de la mesa... justo en el sitio donde el camarero tenía que poner mi plato... hizo que mis mejillas ardieran... y más aún... cuando noté las miradas puestas en mí.

Cuando mi Amo me hizo notar... (aunque ya lo imaginaba)... que me había puesto colorada... la vergüenza creció... y me hizo agachar la cabeza...durante un buen rato.

Las órdenes... mejor dicho... las palabras... se fueron sucediendo... de tanto en tanto... durante toda la noche... y yo respondía a ellas... nerviosa... pero con rapidez... y sobre todo... como deseaba mi Amo... con una sonrisa.

Si el fin de un castigo... es modificar una conducta... desde luego... yo he aprendido que...