Sucedió ayer

Ayer... mientras estaba en el trabajo... recibí flores... media docena de rosas blancas... símbolo de amistad.

Una... que aunque parezca mentira... no está acostumbrada a recibirlas... (cuatro ramos en 44 años, jajajajajajajajaja)... no pudo evitar emocionarse.

Las flores... venían con una tarjeta de agradecimiento... de dos amigos... del mundo del BDSM... y... tal como lo pienso... lo digo... no tenían nada que agradecer.

¿Me comporté como una amiga?... pues sí... pero eso es lo normal entre amigos... ¿no?.

¿Los traté bien?... pues sí... pero eso es lo que se hace con la gente que se aprecia... ¿no?.

Y así... podría seguir diciéndoles... por qué... no tienen nada que agradecer... y lo digo desde el cariño... lo que no quita... que valore y agradezca... enormemente el detalle... y que me haya encantadoooooooooooo.

Ahora bien... si metemos esa amistad... dentro del contexto... del BDSM... las comidas... cenas... y conversaciones compartidas... no hubieran sido posibles... sin la autorización de mi Amo.

No es extraño ver... (y no es en absoluto una crítica... ya que cada cual vive el BDSM según su criterio... y así debe ser respetado)... decía que... no es extraño ver... a Amos controlando con quién, cómo y qué deben hablar sus sumisas... y más aún... a quién pueden o no pueden ver.

Y es... en este sentido... que yo agradezco a mi Amo... que me permita... no solo hablar con otras personas... independientemente de su rol... sino quedar con ellos... y poder ser... yo misma... en la seguridad... que siempre guardaré el respeto que Le debo.

Así pues... a mis amigos... GRACIASSSSSSSSSS... por esas flores.

Y a mi Amo... MASSSSSSSSSSS GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSS... por conservar mi esencia... y permitirme... relacionarme con los amigos.