Diseñando Su fantasía (II)...

Satisfecho en Sus deseos... se sienta en el sillón donde ella estuvo antes... y contempla la pantalla del ordenador.

Efectivamente... ella no ha estado chateando... pero eso es lo de menos... para la fantasía que tiene en mente... 

La llama a su lado... con una mano le sujeta las muñecas a la espalda... con la otra... acaricia y aprieta sus pechos y pezones... antes de bajarla hasta su sexo... reclamando sus humedades... y haciéndola gemir.

"¿Estás bien?, ¿aún sientes el dolor de las pinzas?".- pregunta mientras la va follando con dos dedos...

Entre gemido y gemido... ella apenas puede balbucear un... "sí, Señor, estoy bien, gracias por preguntar".

La sienta en sus rodillas... y le murmura al oído una orden... 

"Vas a entrar a un chat. Vas a portarte como la perra caliente que eres. Tendrás que excitar a tres hombre y ponerles la cam. Mientras se excitan y se pajean contigo, yo te estaré tocando, pero ellos no deben darse cuenta de tu excitación".

Ella se remueve inquieta en sus rodillas... no le gusta el castigo elegido por haberla pillado ante el ordenador... e intenta evitarlo.

"Pero... Señor... con mi tamaño... no Le tapo... y Le verán... ¿y si me piden que me ponga de pie?... ¿y si tengo que levantarme a coger "algo"?... ¿y si... ?"...

"Tienes razón, perra, vamos a ver lo puta que eres... en directo. ¡Vístete para salir!... ponte el vestido negro".

"Pero... pero... ¿a dónde?... ¿por qué?... ¿para qué?".- pregunta nerviosa.

La sonrisa de Él se hace más amplia... más perversa... realmente está disfrutando con la situación...

"A donde YO diga... porque YO lo deseo... para lo que a MÍ se me antoje... ¡OBEDECE!!!".

Ella se ruboriza ante el tono de su respuesta... sabe que no debe pedir explicaciones... sólo obedecer Sus deseos, pero... está nerviosa... inquieta... 

Sin decir nada más... se dirige a la ducha con la cabeza agachada... conteniendo las lágrimas que pugnan por salir.

Casi sin ver... saca el vestido negro... las medias... los zapatos...

Se perfuma y se viste... lentamente... observando de reojo como Él... que ya se ha duchado también... Se viste. 

"Yo ya estoy, Señor".- murmura sin mirarle.

Él la mira serio... no le gusta que agache la cabeza... excepto cuando se lo ordena.

Puede "oir"... todo lo que piensa... puede "sentir"... todo lo que ella siente en ese momento... 

En esos momentos... ella "odia" sentirse así... insegura... vulnerable... temblorosa...

Él la abraza... levanta su cabeza... y clava Su mirada en sus ojos humedecidos... "en el dolor y en el placer... nunca te dejaré sola... y cuidaré de tí... ¿confías en mí?"...

Ella esboza una tímida sonrisa... "sí, Señor... confío en Ud."...

Él sella su confianza con un largo beso...

"¡Vamos!... tu castigo empieza... en el mismo momento en que nos subamos al coche"...