¡Necesito tu ayuda!!!

La llamada... parecía desesperada.

Escuchó atentamente el problema... y la citó en la habitación de su hotel.

Quizás su método... no era el más ortodoxo... pero la había deseado desde el primer día... y en el amor y en la guerra... todo era válido.

Ella acudió nerviosa...

Era la primera vez que se veían... desde que cometiera la estupidez de rechazarlo... y ahora... ahora... era la única persona que podía ayudarla.

"Supongo que no te importará firmar un documento de reconocimiento de deuda, ¿verdad?"

"No, claro, es lo justo"

Él firmó el talón y se lo entregó.

Ella se lo guardó... y firmó el documento... leyendo solo los nombres y que la cantidad era la que necesitaba. 

Tomaron una copa... observándose.

Él tenía fija la mirada en su sugerente escote... que se movía provocador... por su respiraciónn agitada... sintiendo una tremenda erección entre las piernas.

Ella era consciente del deseo que despertaba en él... y su cuerpo reaccionó... endureciendo sus pezones... y mojando su sexo.

No podía aguantar más la tensión entre ellos... se levantó para despedirse... pero antes de que dijera nada... 

"¡Desnúdate!"

"¿Cómo dices????"

"Me has escuchado perfectamente: ¡Desnúdate!... ¡deberías leer lo que firmas!"

Ella tomó el papel... y leyó... sin poder dar crédito...

"Cuarta.- La deudora se compromete libremente a satisfacer los deseos del acreedor, sean de la índole que sean, cada vez que sea requerida, por un periodo de tres meses."

Palideció... tembló de vergüenza... de humillación... sintiendo que la ira la invadía...

"¡Debes de estar loco!!!... ¡no pienso someterme a tus deseos!... ¡no de esta forma!... ¡podías haberme tenido sin necesidad de... de... de..."

"¿Y arriesgarme a un nuevo rechazo?... no, preciosa, no... siempre pago por mis caprichos... aunque me resulten tan caros... como tú"

Ella levantó la mano para abofetearlo... pero él la detuvo en el aire... y la arratró delante del espejo...

Con un movimiento rápido e inesperado... dejó sus pechos al aire... sujetándola firmemente contra él... de forma que sintiera la dureza de su sexo en su culo...

"¡Mírate!!!... tus ojos brillan oscurecidos... tus pezones están duros... y tu coño lo adivino mojado... ¿quieres que lo compruebe????"- le dijo al tiempo que besaba su cuello y llevaba una mano a su sexo

¡No puedo!!!!... ¡así no!!!.- respondió sollozando... al tiempo que se soltaba de su abrazo.

Él la contempló... mientras se ponía la ropa de nuevo en orden.

No era ningún canalla... aunque hubiera estado a punto de comportarse como tal... y si tenía que ser suya... tendría que ser con absoluta libertad.

"Está bien... ¡¡¡márchate!!!!... y llevate el talón... ya me lo devolverás cuando y como puedas"

Dándole la espalda... mirando el inmenso mar a través de la enorme ventana... rompió el documento que ella había firmado... mientras escuchaba la puerta abrirse.

Ella se giró... observó su ancha espalda... sus puños cerrados... el documento roto en mil pedazos a sus pies...

Cerró la puerta con suavidad... pero no se marchó.

Despacio... se acercó a él.

Tímidamente... tocó su hombro.

Él se giró.

Lentamente... ella empezó a quitarse la ropa...

"Señor... haz conmigo lo que desees"...